“La música es el amor de mi vida”, anuncia al ser consultado acerca del proyecto de la orquesta Landfill Harmonic que surgió de la basura en un barrio humilde.
“La música me ha enseñado muchas cosas. Me enseñó a ser una persona más disciplinada, a ser generoso, a tomar consciencia del valor de las demás”. A los 18 años de edad, Favio Chavez ya ha sobrevivido a los sueños de todos, pero el más grande fue este. Ha tocado junto a Metallica y Megadeth y en las grandes salas de música de Europa, y lo ha hecho todo en un violín hecho de basura.
Un miembro de la Orquesta de reciclados del Paraguay ha viajado. Pero antes de aprender a tocar música, el recuerda la invisibilidad de una infancia transcurrida en medio de la porquería de Cateura, Asunción, cerca del mayor vertedero de basura. “La gente no prestaba atención a los niños pobres que fuimos. Ahora quieren hablar con nosotros, se acercan a nosotros.”
En Cateura, en las afueras de la capital paraguaya, 40.000 personas viven en un vecindario muy pobre. La música resuena en toda la comunidad de radios de plástico barato, y para la mayoría de los residentes, un instrumento musical es un tesoro inalcanzable. En 2006, Favio Chávez, consultor ambiental y Nicolás “Cola” Gómez, un recolector de basura, comenzaron a preguntarse si podían crear instrumentos a partir de sobras que encontraron en la punta la cara.
La gente en Cateura utiliza la basura como un recurso y eso es inspirador. “Fue un enfoque natural en Cateura para buscar una respuesta y resolver la necesidad de instrumentos que utilizan materiales reciclables”, cuenta Favio Chavez que actualmente forma parte de la orquesta.
El taller creado a partir de la ayuda conjunta de estos maestros se convirtió en un lugar de perfeccionamiento musical y de experimentación. “Un tambor de aceite era un buen cuerpo de un violonchelo; un tenedor de cocina doblado servía para un violín”, relata Favio Chavez que vivió el proceso de armado con gran entusiasmo e involucrándose en cada detalle para ayudar a construir los instrumentos.
Landfill Harmonic y su música.
Los primeros instrumentos fueron dados a los niños locales para quienes un nuevo violín podría costar un mes de salario de sus padres. Favio Chavez comenzó a capacitar a su ensemble por ser el que más conocía de música y así surgió lo increíble: “música a partir de la basura. Una metáfora potente”, dice Favio Chavez.